sábado, 25 de octubre de 2008

Si Darwin no hubiera nacido...

...Si Darwin no hubiera nacido...

 


¿Te imaginas un mundo sin Darwin?¿Un mundo en el que Charles Darwin no hubiera dejado su profunda huella?¿Nuestro propio mundo pero sin la aportación de Charles Robert Darwin a la comprensión de los mecanismos que impulsan la evolución?¿Seguiríamos iluminados por el dogma de creacionistas fanáticos?¿El mismo dogma que hoy disfrazan como ciencia de la creación?

"Cambia lo superficial

Cambia también lo profundo

Cambia el modo de pensar

Cambia todo en este mundo..."

 

Nuestra percepción colectiva del mundo también ha sufrido cambios, a menudo dramáticos. Uno de ellos tuvo su origen en la singladura del Beagle que comenzó el 27 de diciembre de 1831. Este episodio constituye un bello ejemplo del llamado efecto mariposa, que nos recuerda la potencial trascendencia de eventos singulares aislados potenciados por la dinámica de sistemas caóticos como nuestro propio mundo.

La fragata Beagle, fletada por el Almirantazgo Británico, navegó durante cinco años los mares del hemisferio sur con el declarado propósito de perfeccionar los planos de las costas de Sudamérica, de Chile, Perú y algunas islas del Pacífico y contribuir a mejorar la determinación de la longitud para el transporte marítimo mediante medidas cronométricas alrededor del mundo.

 Sin embargo en términos marítimos, la determinación de la longitud era más complicada y requería el transporte de los más precisos relojes cronómetros a bordo para poder determinar la longitud en cada momento a partir de diferencias horarias respecto del punto de partida. Este poco preciso método del 'transporte de tiempo' se mantuvo hasta la puesta en marcha de las señales horarias radiotelegráficas hacia 1912.

 El viaje del Beagle respondía por tanto a intereses estratégicos y comerciales y junto a las mejoras cartográficas y de navegación, pretendería abrir rutas comerciales y llevar a cabo prospectivas de nuevos mercados o de territorios con materias primas por explotar. El capitán del barco, Robert Fitz-Roy, estaba determinado a incluir un naturalista en la expedición; pero no cualquier naturalista. Debería ser una persona culta y de buenas costumbres. Debería ser alguien a quien el capitán elegiría personalmente; y en esa elección jugaría un papel primordial su juicio subjetivo y personal afinidad con el candidato. Y todo ello no en vano, ya que dicho naturalista iba a compartir el camarote del capitán durante los muy largos meses de travesía y años de expedición en una fragata en la que, a pesar de su reducido tamaño, capitán y tripulación no convivían realmente más allá de la cadena de mando.

 Influído por John Stevens Henslow, su maestro de botánica y erudito naturalista, un joven Charles Robert Darwin de 22 años se decidió a embarcarse con la promesa de ver mundo, pero sin paga, en la aventura que cambió su vida.

En su privilegiado viaje a bordo del Beagle, Charles Darwin tuvo la oportunidad de observar y anotar especies ignoradas en costas remotas. Su paso por las islas Galápagos fue especialmente emblemático y le permitió realizar algunas de las observaciones clave que guiaron más tarde su trabajo. Al cambiar de una isla a otra, la fauna estaba naturalmente relacionada pero a la vez presentaba características inexplicablemente distintas, a pesar de que el clima y la geología no cambiaban. Las distintas poblaciones de pinzones por ejemplo eran iguales en todo salvo en sus picos, que cambiaban según la isla de origen. Darwin pudo observar y asombrarse con especies como los gigantescos reptiles, verdaderos fósiles vivientes de las islas que causarían el asombro de cualquiera y que probablemente ya habrían asombrado a otros miembros de su especie con anterioridad, pero también observó muchas otras minucias, aparentemente insignificantes y no se conformó con no entenderlas.


Tamaños comparativos de los picos de cuatro especies de pinzones de las islas Galapagos.

  

A su vuelta a Inglaterra Darwin era un hombre cambiado y sabía mejor que nunca a qué empeño iba a dedicar su vida. Tuvo la ilusión y dedicación necesarios para clasificar estudiar y relacionar una enorme variedad de especies; pero además tuvo el enorme mérito de ir más allá del estudio taxonómico (Ciencia que trata de los principios, métodos y fines de la clasificación. Se aplica en particular, dentro de la biología, para la ordenación jerarquizada y sistemática). Darwin rastreó las pistas de la Naturaleza como nadie y comprendió que el origen de la enorme variedad de especies animales y vegetales está precisamente en el cambio, en la evolución. La evolución del mundo natural ya se había propuesto con anterioridad (Lamarck entre otros) pero sus defensores habían seguido pistas falsas. El mayor mérito de Darwin fue descubrir los mecanismos por los que dicha evolución había tenido lugar a lo largo de enormes periodos de tiempo, mecanismos que él centró en la selección natural. Después de 23 años del fin de su viaje vio la luz su primera y más emblemática obra, su libro titulado "El origen de las especies, a través de la selección natural" (basado en argumentar que todos los seres vivos tienen una ascendencia común y las diferentes variedades y especies que se observan en la naturaleza son el resultado de la acción de la selección natural en el tiempo. Su obra, más allá de los sólidos principios científicos que proponía representó un enorme desafío a las ideas que teníamos de nuestro mundo. Estas antiguas ideas estaban profundamente enraizadas en las creencias religiosas que habían prevalecido durante siglos y que nos hablaban de un Mundo imperturbado desde su creación.

Con estos antecedentes Darwin podría muy bien ser considerado como un iluminado de su época, un ser único y adelantado a su tiempo, y es evidente que lo fue.

En el caso del evolucionismo, la primera teoría coherente conocida la propuso en 1809 - precisamente el año del nacimiento de Darwin - el naturalista pero sobretodo filósofo francés Jean Baptiste de Lamarck, que intentaba explicar el proceso de cambio temporal, en la progresión natural desde los organismos visibles más pequeños hasta los animales y plantas más complejos y perfectos. Para explicar el curso de la evolución, Lamarck proponía cuatro principios básicos: un impulso interno de todos los organismos hacia la perfección, la capacidad de adaptación a las circunstancias, la generación espontánea frecuente y la herencia de los caracteres adquiridos. A pesar de lo errado de la mayor parte de estos principios y del nulo apoyo científico de muchas de sus propuestas Lamarck sentó un importante precedente. Darwin, como algunos otros naturalistas, consideraba las propuestas de Lamarck demasiado descabelladas, a pesar de que en el fondo de la cuestión acabaría coincidiendo con él. Otro antecedente importante fue la persona y el pensamiento del geólogo Charles Lyell (1797-1875), metódico estudioso de la evolución de las series geológicas, quien estableció los largos espacios de tiempo geológicos en los que se asentaría la evolución biológica propuesta por Darwin. Charles Darwin fue admirador de Lyell durante los comienzos de su carrera científica y aplicó los métodos científicos de éste a la evolución biológica. Lyell acabo siendo amigo de Darwin, le orientó en la necesidad de aplicar la metodología experimental con todo rigor y le animó a publicar "El origen de las especies ,otra gran influencia sobre Darwin, en una etapa más tardía y que influyó definitivamente en la elaboración de los escritos de Darwin fue el economista Robert Malthus (1766-1834) autor del "Ensayo sobre la población" (1798), libro que Darwin leyó en 1838, cuando iniciaba los primeros bosquejos de la teoría evolucionista y del que extrajo el principio de la lucha por la existencia.

El entorno familiar y social de Darwin también es digno de tenerse en cuenta. Su padre, Robert Waring Darwin fue un médico. Su madre murió cuando él contaba ocho años. El joven Charles Darwin no fue un buen estudiante. La influencia de su padre, más bien negativa, le llevó a iniciar los estudios de medicina, que no llegó a concluir. Por el contrario, su abuelo Erasmus Darwin, zoólogo y precursor de las teorías de la evolución ejerció una profunda influencia sobre su nieto. A los 17 años Charles Darwin lee el libro de su abuelo "Zoonomía" al mismo tiempo que conoce las teorías transformistas de Lamarck y se interesa por la geología. En vista del poco éxito el padre de Darwin, digno representante de la especie que tropieza dos veces con la misma piedra, decidió reorientar la carrera de su hijo, que para contentarle inició los estudios que le habrían llevado a convertirse en un pastor de la iglesia anglicana. Por suerte, los estudios de teología también quedaron inacabados. Sin embargo fue durante esta época cuando Darwin frecuenta las reuniones promovidas por el teólogo y botánico J.S. Henslow, cuya influencia acabó como ya sabemos, en el viaje del "Beagle".

Vemos pues como Darwin es Darwin y sus circunstancias y la enorme importancia de éstas últimas en el desarrollo de su enorme potencial creativo.

 

 

Pero, ¿qué habría ocurrido si Darwin o sus circunstancias no hubieran existido?. Sin duda habría sido una gran oportunidad perdida. Pero, ¿Habría quedado el mundo huérfano de la teoría de la evolución?. 

Ciertamente no. Ahí habrían seguido las pistas de la Naturaleza en forma de variedad de especies, vivas y fosilizadas, microscópicas y gigantes, esperando lo que fuera necesario para que algún miembro de una especie autoconsciente

¿Cuánto tiempo habría tenido que esperar la humanidad, en ausencia de Darwin, para empezar a descubrir los mecanismos de la evolución?. Responder a esta pregunta de forma general es imposible. Pero sin embargo tenemos acceso a una respuesta concreta que corresponde al caso particular de nuestra pasada trayectoria y que podemos extraer de los libros de historia. O mejor de las biografías de Darwin, ya que los libros de historia están demasiado ocupados con guerras, batallas, tratados y la extensión espacio-temporal de los imperios.

Lo cierto es que en 1858, cuando ya Darwin tenía muy avanzado su análisis e interpretación de datos y ya había escrito los diez primeros capítulos del que sería su libro cumbre, recibió una carta de un joven naturalista, inglés también, de nombre Alfred Russel Wallace. Wallace se encontraba en Malasia realizando investigaciones biológicas sobre la evolución y envió a Darwin una memoria sobre el tema con el ruego de que la estudiara y la pasara a la Sociedad Linneana de Londres.

 La comunicación que Wallace envió a Darwin sobre el tema del evolucionismo era una auténtica bomba, ya que se anticipaba a las conclusiones del laborioso trabajo que Darwin estaba escribiendo. Ante esta situación y siguiendo el consejo del geólogo Lyell y del botánico Hooker, miembros de la Sociedad Linneana, ambos científicos llegaron a un acuerdo para presentar simultáneamente sus resultados durante la asamblea anual de la Sociedad, que se celebró en julio de 1858 y que publicó sus comunicaciones al año siguiente. Después de varios meses de febriles esfuerzos salió finalmente a la venta el libro de Darwin sobre "El origen de la especies" el 24 de noviembre de 1859. La primera edición, de 1250 ejemplares, se agotó el mismo día; la segunda edición, de 5000, duró unos pocos días más.

 

 

Este episodio da respuesta a la pregunta acerca del evolucionismo sin Darwin. Wallace también había rastreado las pistas, y aunque con menor detalle en el análisis llegó a conclusiones muy similares a las de Darwin en cuanto al mecanismo de la selección natural. Se alejó de Darwin en lo referente a los mecanismos de la evolución humana, ya que creía que la selección natural por sí sola no podía explicar las superiores facultades de nuestra especie. Pero ese tipo de detalles, aunque importantes, habrían sido cuestión de tiempo; quizá habríamos tenido que esperar a la divulgación de las leyes de Mendel sobre la herencia, la genética o incluso a la moderna biología molecular y al conocimiento del ADN para emparentar definitivamente a nuestra especie con el resto, pero es más probable que no hubiéramos tenido que esperar tanto. La conclusión es que nuestra especie encontró en la Inglaterra victoriana de la primera mitad del siglo XIX unas condiciones adecuadas para el descubrimiento. La época victoriana, máximo periodo de prosperidad de la corona británica durante el largo reinado de la reina Victoria (1831-1901) se inició con la promulgación de la libertad comercial, en el más estricto espíritu librecambista. En 1836 se creó la colonia británica de Australia y en 1840, Nueva Zelanda se transformó también en colonia. Viajes como el del Beagle eran la regla y no la excepción. Obviamente no toda la especie humana estaba sujeta a los mismos condicionamientos. Otras poblaciones, como las africanas, subsistían en regímenes tribales muy lejos de la complejidad social de los estados europeos que acabarían colonizándolas.

Sociedades geográficas y científicas de prestigio complementaban la labor de importantes Universidades ya con gloriosa tradición científica. En este nicho nuestra especie encontró una comunidad científica - aunque no una sociedad en su conjunto - madura para elaborar la idea de los mecanismos de la evolución, con un mundo de variedad asombrosa ante sus ojos esperando a ser comprendido.

El origen de las especies

El origen de las especies (Charles Darwin)

 

El origen de las especies (The origin of species, en inglés) o más exactamente El origen de las especies mediante la selección natural o la conservación de las razas favorecidas en la lucha por la vida es un libro escrito por Charles Darwin (1809 -1882), publicado el 24 de noviembre de 1859 (John Murrap, Londres); agotó los 1.250 ejemplares impresos en el primer día. En él, expuso por primera vez sus ideas sobre la selección natural y la teoría de la evolución.

 

Esta obra es un trabajo fundamental dentro de la historia de la ciencia y la biología. En él, Darwin argumenta largamente su teoría sobre cómo los organismos evolucionan gradualmente por medio de la selección natural, presentando evidencias de su teoría acumuladas en su viaje en el HMS Beagle en los años 1831-1836. Su teoría se oponía ampliamente a las teorías vigentes en su época, creacionismo y catastrofismo.

 

El libro puede ser leído por no especialistas. Aunque las ideas presentadas constituyen la base de la biología moderna continúan siendo controvertidas para ciertos grupos religiosos quienes se apoyan en una interpretación literal de textos religiosos a favor de explicaciones creacionistas.

 

Publicación

 

Como se pone de manifiesto en El origen del hombre (The Descent of Man), Darwin había reflexionado ampliamente sobre las implicaciones de su teoría para el origen de la humanidad. Como consecuencia del tema de la evolución humana no era tratado en profundidad en "El Origen de las especies". La publicación de sus ideas sobre la evolución humana fue adelantada a causa de la investigación independiente de una teoría similar realizada por Alfred Russel Wallace en 1858. Muchos consideran que Wallace merece tanto crédito como Darwin por su teoría de la selección natural aunque la obra de Darwin presenta su teoría con un desarrollo científico mucho más sólido, basado en una mayor cantidad de observaciones y una mejor argumentación.

 

Es curioso, pero cierto, que Charles Darwin hizo asimismo muchas de sus investigaciones, llegando así a sus propias teorías, con métodos rudimentarios y puramente caseros. En el jardín de su casa observaba con instrumentos muy básicos la evolución de las plantas y así de forma completamente empírica y poco sofisticada llegaba a sus conclusiones; lo cual demuestra la genialidad y capacidad intuitiva de este personaje.

Teoría de la Selección Natural

Teoría de la Selección Natural

Cuando se discute la "teoría de Darwin" se tiene en mente una combinación de teorías, que pueden agruparse en dos grandes campos: La evolución en sí y sus características ("Teoría de la descendencia con modificación" o "Teoría General de la Evolución") y la explicación darviniana del mecanismo mediante el cual se produce la evolución ("Teoría de la Selección Natural").

La "Teoría de la descendencia con modificación" (Teoría General de la Evolución) propone básicamente las siguientes ideas:

1. Evolución como tal: Las características del mundo no son constantes, el Mundo no se originó recientemente ni está en un ciclo perpetuo, sino que está cambiando irreversiblemente en forma continua, transformándose los organismos a través del tiempo.

2. Continuidad: Todas las especies, fósiles o vivientes, se han originado a partir de otra especie preexistente.

3. Origen común: La materia no viva dio origen en forma natural a los primeros seres vivos tras un largo proceso, bajo condiciones muy diferentes de las actuales

4. Diversificación evolutiva: Las especies se diversifican a través del tiempo geológico, la evolución no ocurre en una sola "escala", sino la evolución de la vida adopta una pauta de ramificaciones sucesivas. La teoría lamarquiana tampoco aceptaba la diversificación, de acuerdo a ella el proceso era rectilíneo.

5. Gradualismo: El cambio evolutivo ocurre a través del cambio gradual, de larga duración, de las poblaciones y no por la producción repentina de individuos de un nuevo tipo

6. Especiación: Las variedades que se hacen muy diferentes entre sí finalizan siendo promovidas al rango de especies. La aparición de nuevas especies depende de dos variables: el tamaño de las poblaciones y la frecuencia con que aparecen diferencias entre los individuos

 7. Macroevolución: El origen de los grupos taxonómicos superiores (familias, órdenes, clases, filos) es consecuencia del mismo proceso de formación de las especies

 9. Uniformismo: La evolución continúa hoy de la misma forma que en el pasado. Para otros evolucionistas la evolución se había detenido desde la aparición del hombre.

10. Oportunismo: La aparición de una forma nueva no tiene carácter de ineluctable, es el resultante de numerosas fuerzas que se conjugaron en un cierto lugar en determinada época

 11. Extinción: La extinción de las especies está ligada a la evolución

 

En cuanto a los mecanismos que actúan en la variación de los seres, en la evolución de su organización y en su adaptación ("Teoría de la Selección Natural"), Darwin reconoce los siguientes principios:

1. Una población de organismos tiene un potencial reproductivo tal que si se expresara en la realidad la población se incrementaría mediante tasas geométricas.

2. Durante períodos geológicos cortos el número de individuos de una población permanece más o menos constante.

3. Solo una parte de los nacidos sobrevive hasta reproducirse.

4. Las condiciones ambientales de muchos organismos van cambiando a través del tiempo.

5. Los individuos de una misma población presentan variaciones en sus caracteres, parte de esta variación es heredable.

6. Las actividades vitales determinan qué rasgos son favorables para la supervivencia y la reproducción.

7. Los individuos con caracteres favorables producirán en promedio más descendientes que los que presentan rasgos menos favorables

 

14. Criticas a Darwin y al darvinismo

Críticas muy severas han intentado disminuir la importancia de Darwin o desacreditar sus ideas. En las ediciones sucesivas de El origen de las especies, Darwin procuró incorporar los nuevos conocimientos y contestar a los críticos que argumentaban de buena fe.:

1. Personas ajenas al campo científico suelen afirmar que la evolución "es una simple teoría". Con ello se quiere decir que se trata de una conjetura, una suposición no comprobada. Al respecto debe tenerse claridad en que las teorías son el principal productos de la ciencia

2. Se ha dicho que Darwin era un simple aficionado, que no era un profesional ni siquiera de las ciencias naturales

3. Se ha dicho que Darwin desconoció las contribuciones anteriores de otros investigadores. La crítica es injusta porque en relación a la selección natural no existían prácticamente predecesores entre los naturalistas.

4. Se ha sostenido que sus experimentos estaban mal definidos, no eran cuantitativos, carecían de controles adecuados y por lo tanto no pueden ser reconocidos por los científicos actuales

5. Se ha criticado a Darwin como un filósofo incompetente. Mayr ha demostrado que trabajaba con un método moderno, con modelos y técnicas hipotético-deductivas

 

16. Estado actual de las ideas de Darwin

Cada cierto tiempo algún escritor manifiesta que las ideas de Darwin están obsoletas. Si hacemos un resumen de sus ideas y del estado actual del conocimiento biológico podremos comprobar, que por el contrario, Darwin está cada vez más vigente, aunque obviamente existe actualmente mucha más información que la que la ciencia había logrado reunir el siglo pasado.

1. Teoría Básica de la evolución: Los biólogos consideran hoy a la evolución biológica como un hecho. El cambio evolutivo se comprueba en las secuencias de fauna y flora en los estratos geológicos así como en los contenidos de los reservorios genéticos a través del tiempo. Hoy día la idea evolucionista prácticamente no tiene enemigos considerables. Se ha abierto paso la idea de que sólo la ignorancia o la mala fe pueden tomar partido contra el evolucionismo.

2. Teoría del origen común de las especies: La confirmación más decisiva de esta idea proviene de los estudios bioquímicos, en especial del descubrimiento de la universalidad del código genético.

3. Teoría de la diversificación de las especies: La insistencia de Darwin sobre el desarrollo de la diversidad como un componente importante de la evolución fue ignorada durante mucho tiempo, pero hoy es un campo de interés para la ecología y la paleontología.

4. Teoría del gradualismo: Esta idea, no aceptada incluso por algunos de sus amigos más cercanos, como Huxley y Galton, se ha impuesto a partir de mediados del presente siglo, cuando quedó claro que la evolución afecta a las poblaciones. Los procesos de especiación son poblacionales.

5. Teoría de la selección natural: Aceptada sólo por una minoría durante los ochenta años posteriores al Origen de las especies, es actualmente la explicación más aceptada del cambio evolutivo

 

Biografía de Darwin



Charles Robert Darwin nació el 12 de febrero de 1809 en Shrewsbury (Inglaterra) y murió el 19 de abril de 1882 en Kent (Inglaterra). 

Fue biólogo británico. Sentó las bases de la moderna teoría de la evolución, al plantear el concepto de evolución de las especies a través de un lento proceso de selección natural.

Darwin es el quinto de seis hijos de Robert Darwin, medico de la alta sociedad con una positiva carrera profesional y financiero, y de Susannah Wedgwood. Era nieto de Erasmus Darwin y de Josiah Wedgwood.

Viaje en el Beagle

Fecha: Desde el 27 de diciembre de 1831 a 2 de octubre de 1836.


Después de graduarse en Cambridge en 1831, Darwin se embarcó como naturalista sin paga, a los 22 años, en el barco de reconocimiento HMS Beagle, recomendado por el también naturalista John Stevens Henslow que había conocido en Cambridge, para emprender una expedición científica alrededor del mundo que duraría 5 años.


Durante el viaje Darwin estudió las aguas costeras, midió profundidades e indicó las grandes corrientes oceánicas. Abandonó el barco frecuentemente para realizar largas expediciones por tierra, durante las cuales pudo reunir gran cantidad de especimenes.

Además, contempló con asombro la diversidad de la fauna y la flora en función de los distintos lugares. Así, pudo comprender que era la separación geográfica y las distintas condiciones de vida la causa de que las poblaciones variaran independiente unas de otras.


A su vuelta al Reino Unido publicó su obra Diario del viaje del Beagle. Poco después, Darwin se había convertido en una celebridad científica. Fue elegido secretario de la Sociedad Geológica de Londres y se ganó el respeto y amistad de la élite intelectual británica: Charles Lyell, Thomas Henry Huxley y Joseph Dalton Hooker.

La selección natural y el origen de las especies

La lectura del libro Ensayo sobre el principio de la población, del economista británico Thomas Malthus, permitió a Darwin completar su teoría. Según Malthus, el constante aumento de la población mundial que se estaba dando provocaría el agotamiento de los recursos naturales y una lucha por la supervivencia, que acabaría con el triunfo del más fuerte.

Para Darwin, ya no había duda. Inmediatamente desarrolló su teoría: La selección natural, en biología, que es un proceso por el cual los efectos ambientales (falta de recursos, cambios geológicos, llegada de nuevas especies…) conducen a un grado variable de éxito reproductivo entre los individuos de una población de organismos con características, o rasgos, diferentes y heredables.

Esta era la causa de la variación de las especies en función de los climas y los recursos de cada lugar. Darwin argumenta que todos los seres vivos tienen una ascendencia común y las diferentes variedades y especies que se observan en la naturaleza son el resultado de la acción de la selección natural en el tiempo. La explicación propuesta por Darwin del origen de las especies y del mecanismo de la selección natural a la luz de los conocimientos científicos de la época, constituye un gran paso en la coherencia del conocimiento del mundo vivo y de las ideas evolucionistas presentes con anterioridad. Integra armoniosamente los avances contemporáneos en paleontología y geología; y sienta las bases que cerrarán el debate frente a las tesis alternativas de tipo fijista/creacionista como el catastrofismo de Georges Cuvier.

Darwin dedicó los siguientes años al desarrollo de su teoría evolucionista. Hubiera podido publicar antes, pero las dudas, el miedo a la polémica y su mala salud retrasaron la publicación, a pesar del apoyo constante que recibió de Huxley, Lyell, Hooker y su esposa Emma Wedgwood, con la cual había contraído matrimonio en 1839.

En 1858 recibió una carta de su compatriota Alfred Russel Wallace, el cual había desarrollado de un modo independiente la misma teoría que Darwin. Para evitar la polémica, decidieron publicar conjuntamente un artículo en la Sociedad Linneana titulado Sobre la tendencia de las especies a crear variedades; y sobre la perpetuación de las variedades y de las especies por medio de la selección natural.

El trabajo de Darwin tuvo una influencia decisiva sobre las diferentes disciplinas científicas, y sobre el pensamiento moderno en general. Recogió su teoría en su libro El origen de las especies, publicado el 24 de noviembre de 1859 y que se agotó el primer día en que salió a la venta. En 1871 publicó El origen del hombre, donde defendía la teoría de la evolución del hombre desde un animal similar al mono, lo que provocó gran controversia religiosa.

Otras de sus obras fueron: La variación de los animales y de las plantas bajo la acción de la domesticación (1868), La descendencia humana y la selección sexual (1871), y La expresión de las emociones en el hombre y en los animales (1872). Eran exposiciones detalladas sobre temas que sólo disfrutaban de un pequeño espacio en el Origen de las especies.


Darwin fue escogido miembro de la Royal Society (1839) y de la Academia Francesa de las Ciencias (1878).

Críticas en los inicios de la teoría de la evolución

Se puede observar que lo representaban con características propias de la rama de los simios como el mentón, las cejas y la forma de su cabeza, como forma de burla a su observación de la evolución del simio al hombre actual. 

En sus inicios, poco después de la publicación del libro de Darwin, la evolución y la selección natural fueron ampliamente discutidas por las comunidades científicas y religiosas. Aún así, en esa época, las ideas de Darwin ya eran apoyadas por la mayoría de los científicos, siendo su mayor defensor Thomas Henry Huxley,. Los otros científicos que en esa época consideraban la teoría como incompleta, criticaban que esta no presentaba ningún mecanismo capaz de transmitir la herencia en los seres vivos; esto ya que desconocían que Gregor Mendel había estudiado las leyes de la herencia en 1865 (teorías de Mendel que permanecieron desconocidas -incluso por Darwin- hasta el siglo XX).

E. von Hartmann y H. Milne-Edwards (1867) criticaron al Darwinismo desde el punto de vista del vitalismo.

Otro de los problemas a los que se enfrentó la teoría de Darwin en esa época, era la imposibilidad que tenían de conocer la edad correcta de la Tierra. Por ejemplo, según los estudios de Lord Kelvin, que posteriormente resultaron equivocados, postulaban erróneamente que la edad de la Tierra era demasiado pequeña para albergar en su historia el largo proceso evolutivo necesario por las especies naturales. Así, Kelvin afirmó que sólo mediante el diseño inteligente se podía haber alcanzado la gran diversidad biológica actual. Sin embargo, las ideas de Kelvin chocaban con la datación de la Tierra propuesta por los geólogos con base en los primeros estudios sobre la edad de diferentes tipos de rocas, y la cuestión de la edad de la Tierra era un tema de actualidad científica que sólo sería resuelto, a favor de Darwin, tras el descubrimiento de la radiactividad por Becquerel.

En 1875 el teólogo Charles Hodge acusó a Darwin de negar la existencia de Dios al definir a los humanos como el resultado de un proceso natural en lugar de una creación diseñada por Dios.

Actualmente la teoría biológica de la evolución basada en la propuesta originalmente por Darwin, es admitida universalmente por la comunidad científica, dado que ninguna otra teoría científica explica el carácter jerárquico de la diversidad biológica o es compatible con la historia paleontológica. Aunque no existen teorías científicas alternativas, sí hay oposición desde puntos de vista religiosos o metafísicos. En esta opinión tiene el máximo peso que los promotores del Diseño Inteligente hayan declarado en más de una ocasión, por ejemplo en el documento conocido como Estrategia de la cuña, que su intención es desacreditar aquellas explicaciones de la realidad natural que, como el darwinismo, prescinden de Dios; y que la verdad de que hay un Dios personal que creó el mundo es una verdad a priori que no se puede discutir o investigar, lo que entra en contradicción con el concepto mismo de ciencia.


Los últimos años de Darwin

Sus libros posteriores, incluyendo La variación de los animales y las plantas bajo condiciones de domesticación (1868), El origen del hombre (1871), y La expresión de las emociones en los animales y en el hombre (1872), fueron exposiciones detalladas de temas que se habían limitado a pequeñas secciones del Origen. La importancia de su trabajo fue reconocida por sus contemporáneos; Darwin fue elegido por la Royal Society (1839) y por la Academia Francesa de Ciencias (1878).


Después de su muerte en Down, se le rindió homenaje con el honor de ser sepultado en la abadía de Westminster. Y hasta nuestros días se siguen discutiendo sus grandes descubrimientos.